A pesar de que en Talleres se hacen los distraídos, todos saben que el principal problema de este plantel, es que carece de un goleador.
Por Esteban Migliazzo:
Todo el mundo Talleres sabía en diciembre, que a este plantel le faltaban un nueve goleador y un extremo ligerito que mínimamente pudiera reemplazar al hasta ahora irremplazable Ramón Sosa.
Como ya es costumbre, comenzaron las danzas de nombres, pero como suele suceder siempre, ninguno llego al Matador. Ni Benja Dominguez el año pasado, ni Villa, ni Pavón, en esta temporada aparecieron por el CARD. Para ocupar ese espacio, llegó el brasileño Rick. Dicen que costó U$S 6.000.000, pero hasta ahora no se pudieron conocer sus cualidades.

¿Y el nueve?
Puertas adentro, cuando se consulta a los dirigentes, contestan “Decime quién”, como si no hubiese centrodelanteros en la Argentina. Sin ir más lejos, Belgrano que navega en su eterna mediocridad, tiene en su plantel a 3 de ellos con un buen promedio de gol y eficacia.
Es evidente que las lecturas que hace Andrés Fassi distan mucho de lo que le conviene deportivamente a Talleres y de lo que el sentido común indica. De los últimos siete partidos oficiales, Talleres sólo ganó uno, con cuatros conversiones de las cuales, una fue en contra y ninguna de las otras tres fueron hechas por un nueve.
Una vez más, salvo algún milagro, este año los hinchas se volverán a quedar mirando lo que suceda con la ñata contra el vidrio.