Hemos sido insultados y desacreditados por nuestras posiciones respecto al Presidente de Talleres, Andrés Fassi.
Hoy, luego de varios años, el tiempo nos dio la razón.
No se trata de ser inteligente o saber de fútbol solamente.
También es muy importante, saber cuáles son los objetivos y los sentimientos.
A esta altura, no cabe duda alguna que el interés principal del actual mandamás es ganar plata utilizando la “marca” Talleres.
Hace uso de las instalaciones, del sello, y del poder absoluto para su propio beneficio. Nombró a su hermano, hijos, sobrina y amigos con cargos y sueldos altísimos.
Vendió por sumas millonarias y no reemplazó a los jugadores debidamente.
Dilapidó campeonatos y oportunidades.
Desde el día que se lesionó Leo Godoy y no lo reemplazó para jugar una verdadera final contra Palestino en el 2019, demostró que realmente estaba por la plata.
Luego se desligó de Pachucca, y lo que era una empresa fuerte, se transformó en un kiosco de buscas que merodearon por Uruguay y otros puntos del mundo sin éxito.
Talleres tiene 111 años y no 10, como el equipo de marketing quiere hacer creer. Talleres es mucho más que Fassi. Él sólo lo hace por la plata, los hinchas, por amor.